07 agosto 2007

Tiempo

Canciones para escribir esto (leer esto):
- sigur ros - agaetis byrjun - 02 - svefn-g-englar
- Sigur Ros - agaetis byrjun - 09 - Fer
- sigur ros - agaetis byrjun - 03 - staralfur

(Agaetis Byrjun significa buen comienzo, las canciones lo reflejan, y tengo estas canciones por si las quieres).

No me acostumbro al lugar donde pasaré estos cuatro meses, por eso es que paso mucho tiempo aquí, y por eso estoy aquí, sentado, frío y medio melancolico (mentira) escribiéndole a la nada, pensando en un mundo que apenas cabe en esta pieza (hago que entre igual, por las noches), sintiendo paz ausente y creyendo que el tiempo avanza lento (pero pasa cada día más rápido, como todas las cosas en la vida que van madurando).

CUando algo no me parece común lo gasto demasiado (así parece) hasta que suelo aburrirme o comienzo a buscar cosas nuevas dentro de lo mismo (redundancia a veces), y es extraño, porque ahora (si, justo ahora) comienzo a pensar en las cosas comunes de la vida, esas que hacen falta y se hacen presente cuando lo necesitas (como ahora, aunque podría ser mejor, tú sabes...). Ahora busco en mi cabeza y traigo en ideas, tormentos y buenos pensamientos todo mi mundo que dejé por un tiempo bien pequeñito (pero es tan grande (ese mundo) que no alcanza a entrar (casi) en la pieza, por eso las noches no han cambiado aquí en concepción).

El sur es diferente, si, la vida aquí es menos de viajes estresantes y más de caminar, las cosas van más lento y fluyen de mejor manera que en el centro. Ahora entiendo lo odiable que es andar en micro horas por lugares sin mar (o partes incomprendiblemente infinitas y sútiles (pero eso no debería decirse) ).
Allá yo amaba viajaba en micro, claro, si iba pegado al lado de la ventana encantado como niño de cinco años mirando el mar (te hice sonreír, yo también lo hice al pensarlo), como se refleja el sol en él, en especial cuando está despejado y está celeste todo, y el horizonte parece ser tan simple. Pero, aquí camino dos cuadras, y si en las primeras dos tenía vista hacia un cerro con bosque (en el sur parece obvio), en el segundo tramo camino por una calle de arboles que parecen siempre vivos.

Llego hasta la universidad donde no solamente hay un cerro de bosques (que también parecen obvios en el sur), sino que me encuentro con dos y con una lagunita con patos, cisnes y con aves extrañamente lindas, que no estan amarrados, sino que nadan libres (sin rejas por ningún lado) y con alguno que otro perro que los webea, pero no por más de 10 segundos, ni más de una vez al día (es toda una exclusividad ver un perro como webea a un pato que no lo pesca ni por si acaso).

Si levanto la vista veo pasto, pasto y más pasto, no precisamente del que se fuma sino de los que forman praderas, y al otro lado veo, arboles, arboles y arboles, no es como estar en un bosque de la amazonas en todo caso, para nada. Porque ahí están las facultades, los edificios con aulas, casinos, bienestar y canchas para hacer deportes.

Imaginando todo esto puede parecer lindo, en especial si uno está lejos de este lugar (Como mis más amadas personas) y si tiene cierto amor por el sur de Chile. Aquí, camino, miro el cielo comunmente (ya que no tengo horizonte) y veo las nubes mientras respiro lo diferente (aunque quizas no sea tanto, pero soy del norte) que se siente el cielo y lo es todo. Por eso también siento que busco en lo anterior cosas que eran comunes para acostumbrarme a este nuevo lugar (que pasará tan pronto de nuevo lugar a lugar que tendré que dejar).

Aun no veo una buena pelicula, aun no encuentro a alguien que me de la confianza suficiente como para llorar, pero si he encontrado personas para reirme y compartir historias, que en este contexto son tan entretenidas. Aun no encuentro a alguien para escuchar Sigur Ros mirando al cielo o el techo de mi pieza (o de mi pieza antigua, que tenia el techo en las narices). Pero si he encontrado personas perfectas para caminar fumando un buen cigarro y sintiendo lo ausente que es uno cuando lo desea y lo bueno que es ser ajeno de vez en cuando a las personas que te rodean. No quiero encontrar personas que me hagan falta, quizás no las necesito, porque en mi ciudad tengo los hombros y brazos perfectos de Valentina para poder arreglar mi vida cuando lo necesite, aunque no tenga el lugar ni el tiempo para sentarme con ella, una noche, ni hasta un amanecer en paz, para escuchar sigur ros o holden como tanto nos (me) gustaría (no sé si te gustaría), conversando de la vida, y por fin, de una vez por toda sintiendonos bien.

Mis manos huelen a cigarro, mi ropa también, y aquí no hay mami que lave la ropa, así que inevitablemente te recuerdo por tus manos (no sólo tus manos) y no es que se sienta mal ni mucho menos. Aquí se vive diferente, se paga una pieza por dormir y tener comodidades y se piensa en cuanto gastar para comer y cocinar al otro día (Esto te ordena la cabeza, pero no el corazón).

Creo que seguiré escuchando Sigur ros un rato, porque quiero tener la valentía suficiente a soñar algo bueno que a temer caer en la soledad (no es soledad) que se siente por las noches de concepción (no son de concepción).