14 noviembre 2008

Another grey day in the big blue world (2)

Arriba, en los cerros de Quilpué hay grandes lagunas, bordeadas de murallas que parecieran ser de algún castillo. Todo está en ruinas, es difícil subir de forma directa. Pero a mis brazos los ayuda mi memoria, y les dice que se acuerden que están soñando, y que es un sueño lúcido, que puede volar a antojo. Entonces mis piernas, atrevidamente escuchan y elevan cuerpo para llevarme hasta la punta de una torre de ladrillos grises en decadencia. Estoy sentado a lo alto, veo a mi derecha lagunas gigantes con un fondo de colinas verdes, y el resto es solo aire celeste, nubes y una realidad disminuida por la distancia, mis rodillas tapan los limites de esta torre con estos treinta metros de altura.

Veo personas caminando, bordeando las murallas, queriendo llegar al lago. Si supieran volar... Todas podrían estar sentadas aquí mirando las nubes y el agua que inevitablemente intervendría su paz.

Ojala puedan sentarse aquí, por tan solo unos segundos...

11 noviembre 2008

Las ganas de los 17 se olvidan luego a los 21.

Que bien me siento al cerrar los ojos y recordar emociones anteriores, son casi tan buenas como los dìas Jueves, o los dìas de Noviembre.

Hace unas semanas descubrí la forma de percibir las sensaciones que nacen en mis momentos de plena ausencia. Lo logrè mirando un atardecer, concentrando todo lo naranjo y silencioso del sol en la parte inferior de los ojos.

Cinco segundos de paz, y mi pecho sentía las mismas cosquillas de tus abrazos o de cuando estabas próxima a venir. Con la diferencia no eras tù la protagonista, sino el Sol quien promovia mis estados. Una razón más para la nostalgia de los atardeceres. Un día bien aprovechado para sentirme bien con mi ánimos.

Cuando mi piel me habla, siempre concluye en lo atrasado que estoy respecto a mis manos, pies y creatividad. Hace tiempo que no camino descalzo por las nubes, hace tiempo que no me siento en un puente para mirar los reflejos de las personas.

Ayer caminé mucho, me atreví a sonreirle a tres personas para que hicieran lo mismo, dos lo hicieron, la cuarta vez yo decidí mirar hacia otro lado por vergüenza.

Mis estados de conciencia no están perturbados, están cansados. Mis ganas intentan aparecer cada vez que pueden, aunque sea de forma equivocada. Pero mi cabeza no es tan tolerante, ahora ya no avisa cuando quiere detenerse, simplemente se calla y deja que la memoria intente vagamente cargar con todo por unos segundos. Este trabajo es tan mudo y tan pesado. He cambiado algunas cosas, aunque lo más importante sigue igual. Y para estas alturas, la mayoria de las cosas que quiero hacer las veo como recuerdos. Mi memoria y mis ganas actuan de forma equivocada para sentirse feliz. Mi cabeza duerme más seguido ultimamente para no cansarse, ella ha intentado separarse todo este tiempo de los estados erroneos, porque sabe que no hay retorno a la conciencia. Por eso ahora cree en Demonios y Miedos Pasados. Aunque no todo es tan malo, probablemente esta sea la forma, me he estado alejando de cosas que antes temía.

Yo no sé hasta donde voy a llegar, tampoco sé si esta forma me va a llevar a algo bueno, me pasa como cuando me hacías TANTA falta, lo único que pensaba era en "Quiero encontrar un método para poder solucionar mi vida contigo", aunque sea el no hacer nada, podría considerarlo el método más importante.
Estaba equivocado, porque me dejabas a la seman después.

Y ahora, ahora menos sé si no pensando llegar a algún lugar, si así mismo te perdí, y así mismo pase a destruir todas mis formas de sentir, querer y mirar. Nada que ver tenía con las horas que podía pasar mirando tus manchas. Nada tenía que ver con el hecho de que me dieras la libertad de escribir contradicciones.

Para mi conciencia el hecho de pensar està entre un fetiche, un mal necesario y una enfermedad. Al menos, para mi consiencia, el hecho de considerar tu existencia es una contradicción para la posible valentía de mi vida.

Necesito un rayo de luz, una sonrisa tan ausente como la mia, pero cargada de silencio, necesito palabras de calma y un abrazo como las despedidas de las tarde de leche con chocolate en la playa. Necesito ganas y un llamado por telefono que sea màs de una vez al mes. No necesito detener el tiempo, necesito que estés acá, porque yo no soy capaz de nada ahora.

He caminado con mis manos todo este tiempo, y solo he encontrado historias incompletas, que mi cabeza ràpidamente deshecha porque se aburre.
Contigo ni los atardeceres eran tristes.
Ahora son dìas completos.

02 noviembre 2008

Sueños

Me bastaron solo 20 segundos, ese pequeño instante cambió mi tarde, mi noche, mis percepciones y mis ánimos casi conscientes. El conflicto superior no se presentó en el momento sino cuando dejé fluir de forma inevitable lo que sentía acompañado del silencio. Otra noche igual a la de tantas otras, otra vez los ánimos tan pendientes de ti como siempre, haciendo que todo el mundo confabule en una contradicción donde no puedo diferenciar aun ni el suelo ni el cielo.

Parece que el efecto mariposa existe.

En el preciso momento donde apareciste todas las partes de mi cuerpo hablaron y te llamaron... y de forma extraña, entre tantos sonidos que decían tu nombre, quedé ciego...

No sé a qué parte de ti soy adicto, tampoco el camino que tomo cuando pienso en ti. Esto es tan inevitable desde hace tanto..