25 enero 2011

La imbecilidad contemporánea I

El aeropuerto lleno de plástico, basura y tecnología grotesca se complace en proveer todo en envases plásticos que deben ser registrados en una caja para luego ser almacenados como información para determinar que comes, hacia donde vas y cual es tu perfil psicologico. El mismo aeropuerto con conexión a internet controla lentamente todas tus motivaciones mediante cuadros de textos, imágenes y citas que serán olvidadas instanteamente.

Y mientras, un oso polar tiene que viajar más de 600 kilometros por no encontrar hielo donde descansar para poder alimentarse. Y mientras, un proyecto de ley de una empresa extranjera que contaminará toda el agua del país, siendo este el que cuenta con las reservas más altas del planeta. Y mientras semillas transgénicas contaminan todo el planeta creando un silencioso desierto verde.

Este mundo es mediocre por la religión, la politica y la cultura. Por la educación, por los adultos y por el miedo. Me niego a formar parte de sus pensamientos conformistas. Me niego a sus iglesias, sus proyecciones mediocres y a todas sus admiraciones imbéciles.


13 enero 2011

El túnel al final del camino

Todas las personas cuando sienten que van a morir, ven que se encuentran en un tunel, y en él, una luz al final del camino. Todas las personas que se han visto en aquel túnel no han podido describir que hay al final. Resulta obvio, pues todas las personas estudiadas han llevado una vida esquematizada, asquerosamente sedentaria, programada y en la sumisión del letargo intelectual que ha funcionado por excelencia desde que el hombre se empezó a pensar a si mismo. Las personas que vieron otra cosa, no quisieron volver. Las que quisieron, no les dejaron contar nada, pues resultaba demasiado peligroso para todos.

10 enero 2011

Pfff

El falso optimismo de decir "si tu crees que te irá mal, te irá mal." Las cosas, cuando andan mal, andan mal.

Hoy

Desechamos de las palabras obvias como si llevasen mentiras bajo la manga. Sacamos el verde transformado en la maleza de forma constante para seguir alimentando la tierra de nuestra voz con abundantes colores. Y los colores nunca hablaron por nosotros, nunca nos dejaron siquiera una linea en el rostro porque no son mentiras, sino diferentes velocidades y frecuencias, que inevitablemente en algún instante, pueden tirarnos a una incomoda incertidumbre. Los colores, en su determinada frecuencia, son las palabras más contextualizadas de las cuales no nos podemos despojar.

07 enero 2011

Muertos de día

Casi todas las mañanas, cumpliendo con mi rutina, tarareo una canción para acompañar mi transito por la casa. Esta va conmigo camino a la ducha, a buscar en qué lugar se ha perdido la ropa que hace unas pocas horas me saqué o también para que inútilmente intente prepararme desayuno.

Mi día, así, comienza de forma normal.

Bajo la escala, llego a la reja amarilla, saludo a los gatos y si la baranda tiene el roce suficiente, me tiro para no bajar los incontables peldaños que me separan del plan.

Camino a mi rutina me encuentro siempre con rostros anónimos provenientes de muchos lugares, probablemente todos de ningún lado, con algo en común: todos llevan rostro pesado, miradas ausentes, cejas levantadas en partes incorrectas por la pura emoción de llevar una vida, aparentemente, incorrecta. Otros miran debastados, enojados, confundidos, angustiados, rendidos, retirados, retraidos, reiterados, silenciosos, silenciados, confundidos, incredulos, debastados, debilitados, resistentes y cansados. La gente adulta, de pie en los lugares incorrectos produce una sensación realmente desagradable.

Ayer en la noche salí, bailé, sonreí y compartí. Hoy miro con incomoda compasión a mucha gente que no viene de ningun lugar, pero que claramente comparte el mismo estado y la misma emoción: El hecho de caer en lugares tan diferentes, en tan poco tiempo me hace ver, de forma aun más clara e intensa, que tan equivocados estan todos los que creen cumplir roles y responsabilidad para si mismos y para quienes los rodean.