30 julio 2011

Torta

Estoy cansado de ver mi vida tras una pantalla, en contra de mi voluntad y de concluir que hago exactamente todo lo que no quiero. Estoy cansado de creer que soy feliz con elementos tan sencillos mientras me hundo en tareas diversas y complejas que son fáciles de realizar para mi intelecto pero que no me asombran, me condicionan, me acostumbran, me inmovilizan, me amargan y me angustian. Estoy cansado de ver los días pasar por al lado mio, de convencerme con el futuro seguro que ni siquiera satisface mi presente. Yo no tengo deudas, no tengo una familia a mi cargo ni obligaciones que me amarguen o me lleven a la convicción de que tengo que ser un asalariado sometido para sentirme orgulloso de estar vivo, de que tengo que ser autoritario y soberbio, de que trabajo para los demás, para mi patria o por otros seres humanos. Estoy cansado de volverme adicto sistemáticamente a los atardeceres concluyendo frases románticas que no puedo compartir. Estoy cansado de las cifras macroeconomicas, de los estado de resultados, de la innovación, del esfuerzo-conclusión, de la responsabilidad, del trabajo, del emprendimiento, de la utilidad, de los horarios de trabajo, de la esperanza que envejece la piel, se escuda en la paciencia y solo reprime los deseos más primitivos, sencillos y trascendentales.

Si ser adulto es ser esto, entonces entiendo porque debemos proyectarnos en otros seres. Sencillamente ya no tenemos nada más que hacer con nosotros mismos y el unico deber es seguir reprimirnos de forma tan íntima, donde de paso negamos todo sólo para demostrarnos incorrompibles y autoritarios.

Si ser adulto es sentir todo de forma más profunda, porque seguimos actuando así? ¿Por qué tengo que seguir actuando así, donde la actitud autoritaria me avergüenza, donde el orgullo no es más que una actitud miserable que enferma debido a todos sus efectos secundarios?

Creo que este invierno va demasiado, pero demasiado frío.
Se acabó el huebeo.
Me quedo con vos.





Mentira.
Necesito quedarme sentado aquí un buen rato
más.

23 julio 2011

Viaje

Llevo medio año de sedentarismo y esperas. La verdad es que la espera comenzó el 2006, y aquí sigo.

"Hoy caminé hasta donde se acaba el mar y el océano comienza a devolverse. Donde el sur se acaba y empieza el norte nuevamente. El agua, al final de todo estaba muy sucia. Me devolví camino arriba y me pareció ver un puma y un gato pequeño. El miedo disminuyó mis movimientos de forma considerable. El gato desapareció y el puma, o león como les llaman en el sur, me atacó sin bacilar. Mi mano más fuerte se apuntó hacia su hocico y la otra a tomar una piedra para tratar de liberarme de él. Luego de poder escapar, caminé hasta encontrarme con Gabriela, conocida del instituto de artes. La invité a tomar un café porque hacía mucho frío. Caminamos por calles grises y con un poco de niebla. En mi mochila llevaba café y una taza. Pero me faltaba agua. Caminamos y llegamos a una zona de inflexión. No sabía hacia donde estaba valparaíso, ni hacia donde estaba viña del mar. En el lugar confundía Recreo con Esperanza. Parte de Playa Ancha con Gomez Carreño. Caminamos y de pronto, cuando ibamos al lado del camino un auto nos recoge.

El viaje fue raro, las curvas eran a 170km/h y normalmente ibamos a 180km/h, no había experimentado esa velocidad nunca.

Mientras viajaba en mi mente estaba un viaje que había hecho con Juana. Un viaje que nunca hicimos, pero que sin embargo guardaba fotos análogas en blanco y negro. En una salía colgando de la puerta de un metro tren antiguo. con una polera rayada y una falda negra, con su pelo corto, sonriendo suavemente y con cara de longi que me encanta. En la otra salíamos ambos dentro de un camión gigante que nos llevó camino al sur, parecíamos ser dueños del mundo capaces de todo!. En esa misma foto, que aparentemente la habia sacado el camionero, aparecía una niña pequeña. Estaba frente al camión, a un costado. Como representando que todo lo vivido se quedó en una fase ya infantil para todo lo que ahora acontese.

El lugar del viaje me era desconocido, me sonaba el cajón del maipo, también villarrica. Las sonrisas y las emociones expresadas en la tinta blanco y negro sonaban a una vida valientemente suficiente."

Mi vida se hace más emocionante en fase REM.

18 julio 2011

perderme

Y lo único que se hacer es bien,
es perderme.