22 mayo 2006

Si por lo menos me diera cuenta del daño que hacen mis respiros para tratar de caminar, intentaría detenerme, cerraría los ojos, y detendría el tiempo. Aunque esto no sea necesario, lo sé. porque el dolor no se calma con inoscencia, es una mera confusión que viene de relampagos y estrellas, que se acercan a mi, se hunden y giran; trando mi pecho como espiral.
No sabes cuantas palabras tiene que tragarse mi garganta, hasta llegar a convertirlas en lagrimas cada noche, como si fuera un cuento invisible que no quiere ser olvidado, no sabes cuanto duele que esta, la misma inoscencia que me hace respirar, me detenga a la vez para poder atrapar mi cabeza con mis desesperadas manos, tocar mi frente sin piedad, cerrar los ojos, y dejar de lado la realidad, pensar mil cosas, desear estar acostado con una almohada de paz y unas sábanas heladas que me llamen para soñar. Pero estar aquí, entre autos, aves y un rio, solo me deja concluir que cerrar los ojos lo puede todo,

Incluso que no me sientas
Incluso que me confunda
Incluso que me detenga
Incluso saber que todo este tiempo he confundido la distancia con la calma.

Me detendré, y dejaré mi cuerpo intacto en el mismo lugar, dependiendo de lo que siempre él amo, y el tiempo sabrá no sabrá si él durará, porque nosotros nos damos cuenta que es el viento quien decide. Pero yo no me quedo atrapado en mis deseos. aunque tenga que dejar de lado mis manos y aunque tenga que dejar esta esquisita noche que ahora me aterra y te crea por unos segundos, para que tenga que analisar mis animos, mis reflejos y tus inestables energias que se cuelan, y no son más que mi triste estado de animo y mi canción.

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