15 diciembre 2006

Fuego

Hasta cuando voy a pasar sintiendo que lo que está aquí, bien guardado en mi pecho me pertenece, tiene que ser egoísta y por supuesto más reservado para su cosas. Es que él escapa cuando quiere.

El fuego nunca ha existido por su cuenta, jamás podrá sobrevivir sin aire ni un medio necesario para que este se propague, y yo, creo ciegamente en que esto que se guarda desde mi pies hasta la punta de mi alma no es nada más que una armónica respuesta de todo lo que en este mundo existe y va a existir. Con una historia que obviamente, está escrita no sobre mi egoísmo o alguna idea maquiavélica que pueda tener en mente, porque es obvio, siempre termino cayendo, siempre termino volando tras mis ojos para poder expresar otra vez, esas mismas calles angostas y hermosas que viven en las palabras de mi imaginación. ¿Tan difícil es entender a una persona así? ¿Qué tan complicado puede ser aprender a vivir con esto? ¿Qué tan más difícil aún puede ser querer a una persona así? Yo no niego mi identidad tras una supuesta naturaleza, porque ella muy bien sabe que todo lo que está a su paso, y muy bien sé yo todo lo que he podido crear y todo lo que he podido destruir a la vez, todo con una conciencia que es más fácil de entender que de olvidar. Si vivir no es intentar describir como pasan los días, vivir es saber olvidar con la suficiente sutileza para poder sonreír mientras estás mirando el cielo a la persona que está frente tuyo o mientras te ausentes frente a todo tu tormento mental.
Eso es más o menos sentir.

Y no es tan malo crecer, para nada.
Creo que uno ya ha crecido bastante como para llegar a donde está.

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