
He concluido que tengo que elevar de cierto modo mis sentidos cuando estoy ahí, no puedo reaccionar de la misma manera a cuando veo mi pieza de noche, es obvio. Pero no por eso puedo dejar pasar de lado todo lo que estoy viendo cuando camino por Avenida Libertad, entre 14 y 15 Norte, especialmente un día de semana. Vuelvo a mi umbral.
Me gustaría finalmente poder sentir un poco de paz, la que siempre llega sin toques de armonía, porque viene en un silencio que termina olvidando y acurrucando mis pensamientos quebrados.
Recuerdo todos los días mis días de Diecisiete, y ahora, que camino por ciertos lugares concluyo algo que para más de alguien pareciera obvio, pero que para mi, me ha sorprendido... porque no es con los ojos como se entiende, sino que con las manos: "Se grita con la voz, no copla garganta".
Si tuviera menos edad, probablemente no estaría aquí.
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