Llevo más o menos seís o siete años intentando perderle la verguenza a mis palabras, y creo que algo he logrado. Pero podría llevar quinientos años intentando perderle la verguenza a mi cuerpo y creo que no tomaría ni un sólo segundo para que todo lo que haya podido construir se derrita.
Uff, tengo un calor extraño. tengo mi piel hirviendo. tengo en mi espalda, las mismas sensaciones que en mis ojos.
sí si, lo recuerdo.
ResponderBorrara veces pasa.