Lo peor de la vida

Ayer fue uno de esos días buenos. Estuve con buenas personas, en un buen lugar para conversar (una cocina), con un buen licor para tomar (licor de oro ;D! ), con buena comida para no alimentarse (papas fritas) y con una buena distracción (una partida de 'púl' antes de llegar a la casa, donde afortunadamente la suerte de principiante me acompañó). Al llegar a nuestro destino vimos una buena película, de estas como que sólo se aprecian en festivales de Cine, en ciclos, o en encuentros audiovisuales raros del estilo. Vimos The Following, acompañados de ésa bebida antes mencionada, y luego en el descanso cuando íbamos a conversar y ver videos de Youtube (para equilibrar la tontería un poco) reviso que en mi MSN (si, MSN Messenger del Amado Judio Bill Gates) hay un mensajito particular que decía nada más ni nada menos que: "Oye loco, presentame a una mina rica porfa" y luego el esperado emoticón tan típico para poder hacerle creer al lector que "tan necesitado está el pobre redactor que ha puesto eso para no ser malinterpretado" o que "tan bromista puede ser para llegar que ha llegado a escribir eso" (el Equis De.

Desafortunadamente el segundo caso no es, porque el contacto ni siquiera estaba en mi lista (y para mi mal pensar, mi mente apuesta más encima que es un sansano(1) típico que estuvo en mi lista por alguna casualidad de trabajo o que se yo que en este caso, obviamente estará en el anonimato (si, no como a Boloco).

La sorpresa que me lleve al leer esto me hizo darme que mi cabeza necesitaba realizar un análisis acerca de este situación.

Como es Posible que existan personas aún en este mundo con esa mentalidad de pensar. Hace pocos días hablaba con un compañero, y amigo por cierto, lo mal que es hacer un carrete o ir a uno de ellos donde la mayor razón sean las "minas", refiriéndome a estas tan escuchadas frases del estilo "Oye vamoh a un carrete, hay minaah".

Mi mente sencilla y sincera halla como primera respuesta a esta frase, ¿Qué weás teni en la cabeza?, claro está: muchos penes, como de esos que se dibujan en los cuadernos y tapas desde Octavo básico hasta Tercero Medio (en algunos casos, hasta PPI o hasta quien sabe qué, estoy en tercero y sigo viendo eso).

Hacer referencia a una frase de este estilo es como decir inconscientemente, Quiero puro ir a bailar regetón. Donde también, inconscientemente puedo responder ¿Por qué mierda el regetón weón? Por qué esa weá de estar bailando con las piernas semi-dobladas, a espaldas de una mina, moviéndote como puedes o como quieres (pa' los más abakanaos), con alguien que está ahi, delante tuyo, paseándo -su- culo, en forma de embudo (girando como cuando la parafina empieza a bajar cuando llenas la estufa), con las manos por todos lados y con la cabeza en movimiento como de perro con anestesia, Por qué... La verdad, no sé que es lo que me hizo cambiar mi manera de pensar acerca de estas cosas, pero es que encuentro tan bajo satisfacer el placer "bailando" de esta manera canciones que ya -son entretenidas porque escuchar a un negro cantar "por mi buscáte otro hombre, otro que te vuelva loca loca" es bastante chistoto-, pero de ahí a tomarle pasión a la cuestioncita, y darle sabor al sandungueo es caer bajo, o según yo, es perder el sentido común. Porque por qué perder el tiempo así semiculeando en un lugar público, tipo estocolmo o noséqueotrosmás, dándotelas de bakán de que estay pasando el rato o la mejor noche del mundo (asi como dicen pa'l Mundo) tratando de -"mientras más minas puntear, mejor"-. Eso, simplemente es no tener materia gris, porque bastaría con pensar un poquito más y decir "mejor me quedo con mis amigos, comparto con ellos y si por esas casualidades de la vida hay una chica/chico o alguien que me llegase a gustar, prefiero no pensar y hacer que las cosas pasen, como todo en la vida" o en pocas palabras ser más hombre (o sea tener materia gris pero no tanta) y decir "pa esa wea mejor culeo y no ando weando con minas con cinturones gigantes y bananos brillosos".

No pretendo denigrar a ningún estereotipo de persona típica de la sociedad, sólo doy mi punto de vista acerca de esta realidad, de la cual nadie se libra, ni siquiera mi noche de película. Nada más creo que relato la forma en que la gente suele pensar y gastar su tiempo. Creo que las concepciones están bien cambiadas y trastornadas, no digo que la mia sea perfecta, en ningún caso, porque yo carreteo en el Cherry, sólo que ataco a esa burda manera de pensar y de perder el tiempo.

(1) Sansano: es el nombre que reciben los alumnos, hombres casi todos, que entran a la Universidad Santa María.