¿Palabras mejores que el silencio?

Podría haber corrido, podría haber llamado atolondradamente para caer en las repeticiones de todo. Pero pensé, llamé, grité y corrí con la mirada hasta que se hizo invisible todo. Pensé, me hudí y me volví a levantar. Mis pensamientos niños se cayeron basandose en la misma frase de siempre 'perdón'. Pero eso, eso sólo cumple con las iteraciones de todo, hace que todo vuelva a ser repetetitivo. Y yo, yo ya no tengo nada que perder. Tal vez no sé nada, y me quedaré asi, sin saber nada. Probablemente me quede con todos los miedo, pero esos, ahora son mios. Esos, ahora son de mi piel y no del aire, ni de las intenciones ni de las casualidades. Quizás siga sin saber nada, pero soy yo, y las cosas que haga serán porque otra vez (si, otra vez y así de rápido) he vuelto a tener corazón. Aunque sea demasiado tarde, aunque sea demasiado torpe. Es el de siempre. Y creo (estoy seguro), de que pueden pasar meses y seguirá igual (más firme, equivocandose igual, quizás no, depende); pero yo, seguiré siendo el mismo.
El mismo que se siente, aunque hayan tormentas de harina y todo esté aplastado. Seguiré siendo el mismo, que no se muera por comprender.

Hoy me preguntaba tantas cosas y veia que ... 'debo pensar en mi', que también 'debo relajarme un poco más' y que por otro lado 'debo dejar en mi'. Esto parece imposible, es obvio, son contradicciones, pero para el amor. Son caminos que se toman y que llevan a una solución, que llevan a algo. Y aunque exista miedo, rencor, nostalgia, al amor (ciego y tonto), le seguirán sirviendo.

No sirvo para nada, pero para vivir, quizás un poquito.

(... desde adentro)