"Los papeles, contaminados de lineas, quemados se van con el viento, para transformarse en cenizas. Las lágrimas se arrastran por mí, mientras que el nudo en la garganta tensa mis manos, hasta la punta de los dedos, haciendo que las palabras se peleen entre sí.
Mis sonrisas, en cambio, son ciegas, no me doy cuenta porqué lo hago. Yo veo atardeceres, humo en el aire, luces de colores o la ciudad en un curso extraño, el cual amo no definir.
Si los papeles tristes se los lleva el viento, ¿Donde dejo las cajas que armé, el día en que te conocí?, Esas tienen un par de sonrisas, chocolates, caminos y un par de fotos. Hay una donde me hablas con tu mirada y otra donde estamos mirando en la misma dirección, como apostándole al ayer. Quiero dejármelas para mi, pero no quiero que el tiempo les afecte (como el que hace que el viento se lleve esas cenizas para formar parte de algún árbol). Quiero que sean más invisibles que estas ideas y que no conozcan el invierno, ni el tiempo.
Los lugares más complejos, serían los más seguros. Los ausentes, serían la entrada de todo esto".
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