22 mayo 2011

segundos de oscuridad

Pequeñas partículas suelen presentarse como convicciones: Pequeñas partículas que me dicen sobre el tiempo. Que pasará cada vez más rápido en la medida que la contemplación disminuya. Que la nostalgia suele confundirse con el cansancio que no se ha adherido a los viajes, a la satisfacción proveniente del inconsciente, sino de las responsabilidades.

Preguntas como el saber si la valentía llega por el aceptar cualquiera sea la orden o por mantenernos fieles hacia la irreverencia de nuestros sentidos.

Que la sedatofobia parece publicitada en todos lados.

Que la necesidad del cambio y la oportunidad me dan tanto asco como la publicidad y la religión. Que no hay que renovarse ni inventar, sino volver, sentarse y dejar de pintarse sonrisas en la cara para querer identificarse en base al promedio y la mediocridad con el resto.

Que el lenguaje es lineal y dejémoslo tal como está. Que el inconsciente crece en la medida de nuestra experiencia y que mejor, vamos a construir un camino donde podamos fluir entre ambos puntos. Que en realidad, no son puntos sino espacios.

Que no tengamos que aparentar ser tan fuertes, que mejor nos sentamos y vemos el arrebol y así nuestros miedos no los ocupamos en horarios de oficina, ni mal acostumbramos al ocio en vivir en agonía y miseria.

Que mejor lloremos todo lo que tengamos que llorar, antes de que tengamos ojos a nuestro cuidado, cuando ni siquiera hemos aprendido a tocar el suelo para conocer la paz y la pérdida de la vergüenza.

No hay comentarios.:

Publicar un comentario