05 enero 2012

rem encuentro

Mi habilidad de escribir y redactar ha disminuido,
mas no las ganas de vivir ni soñar.

Ayer me vi durmiendo, en un lugar completamente pasado y desconocido. Dormia llevando un cuerpo de 11 años. Estaba en una casa con toda mi familia, en algún lugar del norte.

Recorrí el lugar caminando, todos estaban despiertos.

En algún momento, yo o mi cuerpo de 11 años despierta y me ve. El encuentro fue intenso. Por un lado, yo estaba casi atónito de verme de 25 años y por el otro volvía a ser espectador de mi niñez, conversarme y a la vez entrar en el escenario me parecia una experiencia increíble.

Lo primero que hice fue tocarme la barba, asombrado de que en algún momento me iba a crecer. Por otro lado, y también en primera instancia, me veía los brazos todos rallados con lápiz pasta roja. Intenté leer sin  lograr con el detalle de los textos, tambien me asombraba de mi niñez, de verme en un presente totalmente confuso y plenamente convertido en pasado. Mi doble asombro bidireccional y equidistante era maravilloso.

Mi cuerpo de 25 años caminó luego a ver a mi familia, conversar con mi mamá, mi papá y ver a mis hermanas. En ese instante mi cuerpo de 11 años despierta para los demás y, con la estimulación generada, super inquieto comienzo a dar vueltas por la casa.

Luego del episodio salíamos por la calle a comprar verduras.

El sueño se fue diluyendo por el temprano calor de Santiago.

1 comentario:

  1. un deja Vu como diria yo. Que lindo tiene que haber sido un niño de 11 años, cual miguel, mirandote a como eres hoy en día.

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