Mis mañanas escuchando Sigur Ros

Soñé hasta tres minutos antes que sonara la Alarma.
Me levanté, fui a ver a mi gata que siempre se acuesta donde no debe. Esta vez estaba sobre unos pantalones de mi papá que estaban sobre la cama, la tomé se puso en mis hombros y me empezó a hacer cariño como ella bien sabe, me la llevé así hasta el living y puse Sigur Ros, levanté un plato mágico de la mesa que tenía ensalada de fruta y me empezé a preparar mi desayuno sin antes dejar a mi gata que fuera por el pasillo a correr, a mi pieza para pedirme comida o simplemente para llorar de puro gusto.
Empezé escuchando el Segundo disco porque el primero me dio miedo, me quedé pegado un buen rato con mi desayuno nutritivo, mis pensamientos que no se demoraron en llegar al techo y con mi silencio típico.
Me fui a bañar, me vestí e hice todo lo necesario para poder comenzar a escribir esto y sonó el teléfono.


Voy a seguir escuchando el OST Hlemmur