29 septiembre 2008

Tall hat greeting

No me pregunto siempre porqué comienzo a esuchar cierta música, que por cierto puede llegar a ser tan variada como ir desde Colectivo Etéreo hasta At the drive in y Bad religion, mencionando The Fall of troy por supuesto. Estos grupos llegan de casualidad y obviamente se quedan (o se van) de acuerdo a las circunstancias o contextos. Las canciones y los discos hacen lo suyo, después de un tiempo, siempre te recuerdan el momento de porqué comenzaste a escucharlo, de lo que te estaba pasando o de lo que querías olvidar... uhm... olvidar, bien, parece que no resulta esto entonces.

Me pasa que con ellas recuerdo calles con colores, la sensacion del aire, y de las nubes, como se sentía el caminar por ese escenario y lo que percibia. Puedo imaginar e ir a los lugares con todos los detalles que tanto le gusta a la realidad, pero no logro olvidar. No creo que las canciones tengan la culpa, tampoco el que necesite una bufanda para este invierno, siendo que ya estamos en primavera, creo que todo está en que aun no me aprendo la canción de Los tres, cerrar y abrir.

A Cedric lo empecé a escuchar una mañana clandestina en San Piter, dormía a eso de las dos de la tarde y de fondo, en la pieza de al lado se escuchaba el The Comatorium, de ahí seguí escuchando ese disco hasta ahora junto con el Frances the Mute. A Fall of troy nunca le presté la suficiente atención hasta que empecé a hacer la práctica, ahi empecé a llevar en mi no pendrive At the drive in (el Relationship) y el homonimo del trio de Mukilteo. De Colectivo etéreo no recuerdo bien el punto de partida, lo que si me acuerdo es que muchas de las letras (no, no me llegaban a lo más profundo de mi alma) percibía la simpleza y honestidad de Arkano y los demás.
Hasta ahora todo me ha hecho recordar.

De Damiak, Go:Mache y Mono ni hablar, esos se quedan en los viajes en micro y en los momentos donde necesito despejarme de mí. Raro es esto, porque siempre pasa en momentos inevitables.

5 comentarios: