09 octubre 2013

Sensaciones no desarrolladas

Cuando miramos lo que nos parece trascendentalmente interesante, tomamos una cámara que mire por nosotros y así, nosotros miramos luego a través de ella.

Cuando queremos a alguien, solemos condicionar nuestro estado mediante un papel y asi, consolidamos e institucionalizamos uno de nuestros sentimientos mas bestiales, carnales, instintivos y salvajes.

Cuando intercambiamos nuestras habilidades y conocimientos, lo hacemos solo en base a la existencia del pre-requisito de un intercambio previo y, hoy en dia, esencial. Así, relentizamos la dinámica del aprendizaje. Porque no se puede enseñar sino existe un aprendizaje constante o  inmediato.

Es más, cuando queremos y pedimos seguridad, relentizamos aun mas la dinámica y construimos rejas, murallas y perdemos la conexión con los iguales que viven alrededor de nosotros.

Así, se vuelve natural no estar cerca de las personas, no saberlas, no conocerlas y establecer el respeto como una especie de distanciamiento absurdo alimentado por una situación actual desincronizada, alimentada por desconocimiento, miedo y soledad. También se vuelve normal interponer dinamicas que desaceleran nuestras actividades mas básicas e instintivas. La razón no es tan descabellada, es que todos, antes de la decisión, somos sensibles a los estímulos y a un aprendizaje aparente. Todos materializamos, concretamos y luego de alimentarnos incesablemente por nuestro asombro y más intimo placer.

Por ello, es importante que nos baste con mirar con los ojos, con amar en el presente, con satisfacer la enseñanza mediante el constante aprendizaje.


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