Una de los estados mas importante en el viaje es el encuentro con uno mismo, con las virtudes, defectos, miedos y sueños hechos realidad.
El proceso de encontrarse con uno mismo es un proceso complejo, es el lugar donde nos sentamos a un lado de nosotros mismos y conversamos, miramos el mar juntos, el sol, las nubes, hablamos de las emociones, los dias y la luna llena.
Creo que en este punto la perdida de la aparente valentía juega un papel importante. Porque es gracias a ella que dejamos de ser rígidos, orgullosos, rencorosos. Así, nos volvemos menos expectantes, más ingenuos y espontáneos. La perdida de esta infértil y sedentaria sensación es la que nos devuelve a nuestro presente y ese amor por compartir con los que se cruzan por nuestro camino.
La valentía como resistencia y aguante como en todos los seres vivos siempre termina cayendo, quebrándose, desintegrándose y volviendo a la tierra.
Cuando nos movemos dejando atrás nuestros bienes materiales y parte de nuestro ego y nos volvemos un poco
más
simples.
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